lunes, 12 de septiembre de 2011

Afrontar.

Salir corriendo sin dudar, donde no haya nadie, muy lejos, donde nadie pueda verte, donde nadie pueda oírte. Aquel lugar donde puedas desahogarte sola de tus problemas, donde nadie te señale, aquel sitio en el que, por ti, emprenderías una nueva vida, aquel mundo en el que tu preocupación no sería ninguna y ya no salir nunca más corriendo...
Pero de momento frenas, estás cansada de huir y de que la gente te vea como una cobarde, pero la gente te sigue señalando y gritando tus problemas; aunque tu subconsciente te ordena que enfoques tus problemas y los lleve a cabo de forma reluciente...
Tienes miedo y es por eso por lo que no sabes muy bien que hacer hasta que te armas de valor y te enfrentas a tu mundo y le demuestras que el echo de que te cueste asumir las cosas no quiere decir que no puedas.
Entonces... todo cambia porque te das cuenta de que esa persona a la que respetas tanto y no querías contarle nada de lo que estaba pasando, está contigo, no sabes como ha podido llegar a saber tanto, pero el echo es que está contigo y te grita que no te va ha dejar sola.
& así es... no se separa de ti, está contigo, te ayuda y está contigo hasta el fin.
Ahora es cuando quieres salir corriendo, pero no sola, si no con esa persona agarrada de la mano y vivir esa fantasía que tanto esperabas tener; sin preocupaciones y sin tantas locuras.
Afronta tus errores, no huyas... al final todo tiene solución, todo tiene su meta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario